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Validaciones de productos de limpieza

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Cuando se va a lanzar al mercado nuevos productos de limpieza, lo más importantes es conocer tanto el grado de limpieza, como su compatibilidad con los materiales con los que se va a usar. De nada sirve tener un limpiador que elimine todas las manchas de por ejemplo, los metales, si produce corrosión y daña la pieza. Los efectos negativos pueden ser muy variados e inesperados. Tratar de ensayar todos los materiales requerirían de mucho tiempo y recursos. Por ello, es necesario hacer una buena selección de los parámetros más importantes en cada caso y tratar de abarcar el mayor rango de posibilidades.
A continuación, os contamos cómo hacemos validaciones de productos de limpieza en ATRIA.

Etapa 1: Selección de los productos de limpieza

El primer paso para validar un producto de limpieza, es seleccionar cuál es el producto o productos con los que se va a trabajar. Una vez conocido el producto y sus propiedades, resulta más sencillo definir el resto de variables para los ensayos de validación.
Suele ser recomendable usar un limpiador genérico del que conozcamos su comportamiento aproximado, de esta forma, se podrá comparar el producto a validar con el comportamiento del genérico que tomaremos como referencia.
Si se desean validar diversos productos de limpieza a la vez, será importante conocer si tienen alguna incompatibilidad, ya que, de ser así, no podrán someterse a los mismos ensayos de validación y se tendrán que diseñar ensayos individuales para cada caso.Foto_2

Etapa 2: Selección de los sustratos a limpiar

Una vez escogido el o los productos de limpieza que se quieren validar, el siguiente paso es seleccionar sobre qué sustratos se va a trabajar. En caso de ser limpiadores genéricos se tendrán que seleccionar materiales representativos, como pueden ser metales, plásticos y cerámicas. En el caso de ser productos específicos para limpiar un determinado sustrato, se escogerá ese tipo de sustrato para los ensayos.
Si se quiere ser más exhaustivo, dentro de un material concreto, por ejemplo, madera, se pueden escoger diversos tipos que sean los más representativos como pino, cedro, arce, haya, etc…Foto_3

Etapa 3: Selección de los ensayos de validación de productos de limpieza

Los ensayos para la validación del producto de limpieza, dependen de sustrato a limpiar. Por ejemplo, si queremos validar un limpiador de óxido en un acero, deberemos cuantificar la cantidad de óxido que queda en la superficie tras usar el limpiador; mientras que, si queremos validar un limpia cristales, podremos hacerlo comprobando la transparencia del cristal tras ser limpiado.
A continuación, describimos algunos de los ensayos de validación más útiles con los que trabajamos en ATRIA:

Ensayo de compatibilidad por abandono

Lo primero que se ha de conseguir al usar un producto de limpieza, es eliminar las manchas. Hay productos que, por su propia formulación, pueden no ser compatibles con distintos materiales y causar decoloraciones, corrosiones, opacidades, etc. Para comprobar estas incompatibilidades, es frecuente el uso de los ensayos de abandono, que consisten en dejar una cantidad determinada del producto de limpieza en contacto con los distintos materiales durante grandes periodos de tiempo, que pueden llegar desde horas a días. Este tipo de ensayo se puede hacer en condiciones estándar, o bajo condiciones específicas de luz, temperatura, humedad, u otros parámetros ambientales que puedan influir en la compatibilidad del producto limpiador con la superficie.Foto_4

Ensayo de facilidad de limpieza

Consiste en depositar una cantidad fija de una mancha representativa sobre la superficie a limpiar y usar una cantidad fija del producto de limpieza para tratar de eliminar la mancha. Mediante esto, se puede comparar el desempeño entre distintos productos de limpieza. Podéis observar un ejemplo de este tipo de ensayo en el siguiente proyecto desarrollado por ATRIA, en el que se usó un abrasímetro para mantener las condiciones de limpieza siempre constantes entre dos sustratos distintos.Foto_5

¿Cómo medimos si los productos de limpieza afectan al material?

Una vez realizados los ensayos de validación, se debe medir de forma estándar y regulada la posible interacción que ha podido tener el material limpiador con las superficies a limpiar. A continuación, os dejamos una lista de medidas que se pueden hacer para determinar si el material se ha visto afectado por el limpiador:

  • Colorímetro

    Permite medir las coordenadas de color de la superficie del material antes y después de entrar en contacto con el limpiador. De esta forma, es posible calcular la diferencia de color tras el ensayo, y determinar si ha habido un cambio apreciable al ojo humano.

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  • Brillómetro

    Hace posible la medida de la cantidad de brillo de la superficie del material antes y después de entrar en contacto con el limpiador. Así se puede calcular la diferencia de brillo tras el ensayo, y determinar si el brillo de la superficie ha variado de una forma apreciable para el ojo humano.

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  • Antihuella

    Permite medir la visibilidad de las huellas dactilares en la superficie del material antes y después de entrar en contacto con el limpiador. Esto hace que sea posible determinar si el producto de limpieza hace que sean menos visibles las huellas dactilares, y, por tanto, parezca que la superficie queda más limpia que antes de usar el producto limpiador.

Foto_8Estos son los ensayos más destacados, pero se pueden hacer otros muchos ensayos dependiendo de si se quiere validar alguna propiedad determinada del producto de limpieza o de su interacción con los materiales a limpiar.
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