Seguro que habéis oído hablar de la tecnología de impresión 3D, algunos puede que hasta tengáis una en casa, en Mediamarkt por ejemplo las podéis encontrar, ó quizás en vuestro trabajo para fabricar prototipos, piezas pequeñas ó nuevos diseños. Para aquellos que no la conozcáis una pequeña introducción rápida:

La impresión 3D consiste en la fabricación de objetos 3D de una sola pieza a través de la inyección a través de un cabezal un determinado producto que calentado en el propio cabezal se funde y es aplicado. El cabezal se mueve en X-Y para dar la forma deseada  y aplica el plástico fundido que en contacto con el aire se enfría y se solidifica. Hasta ahora los productos ‘imprimibles’ eran principalmente plásticos pero las opciones hoy en día son mucho más variadas.

Pero esta tecnología no conoce límites y ahora es posible ¡imprimir comida! Las impresoras de comida permiten introducir una mezcla de ingredientes en el aparato y les da distintas formas 3D no alcanzables con otras técnicas. Algunos diseñadores de alimentos y chefs se han apuntado a esta tecnología, especialmente enfocados a la confección artística. Nos ha gustado especialmente la obra Chocolate Globe de Roovers and chef Wouter van Laarhoven en la que han podido incorporar en la parte interior distintos sabores representado un país y la parte exterior es un globo terráqueo de 0.8 mm de espesor con el país de origen imprimido con oro comestible.

Algunos de los retos que esta tecnología tiene que superar son la velocidad de impresión y la textura de los alimentos.

En siguientes posts os hablaremos de la impresión 3D de órganos: uno de los próximos grandes avances de la medicina.

Fuente: Nature

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